Villanueva del Ariscal cuenta con el cementerio de Santiago, la dirección no tiene pérdida, está en el Camino del cementerio.
Por si acaso, os dejo un enlace de Google Maps (y además lo hemos incluido en el mapa del Forastero):
Ver mapa más grande
Este camino, además de para llegar al cementerio, es muy recomendable para pasear y suele haber siempre mucha gente montando en bici, rebajando el colesterol, corriendo o dando una vuelta a sus perros. Y en temporada de moras o de gusanos de seda, cogiendo moras u hojas (respectivamente).
El cementerio tiene el siguiente horario:
Horario de INVIERNO:
De lunes a viernes: de 9:00 a 13:00Jueves tarde: 15:30 a 17:30
Sábados, domingos y festivos: de 9:00 a 17:30
Horario de VERANO:
De lunes a viernes: de 9:00 a 13:00
Jueves tarde: 18:00 a 20:00
Sábados, domingos y festivos: de 9:00 a 20:00
Y durante el mes de Noviembre: de 9:00 a 18:00 ininterrumpidamente
Cuando el Forastero era 
pequeño recuerda a su madre, levantarse muy temprano ese día y salir de casa sin más compañía que un cubo, un estropajo, una bayeta y una pastilla de jabón lagarto. Para los que no sepan que era esto último era como el fairy, el don limpio, el cilitbang, el viakal y alguna que otra cosa más concentrada en una pastilla de color amarillo y con las palabras “LAGARTO” dibujadas.
pequeño recuerda a su madre, levantarse muy temprano ese día y salir de casa sin más compañía que un cubo, un estropajo, una bayeta y una pastilla de jabón lagarto. Para los que no sepan que era esto último era como el fairy, el don limpio, el cilitbang, el viakal y alguna que otra cosa más concentrada en una pastilla de color amarillo y con las palabras “LAGARTO” dibujadas.
Si hay algún nostálgic@ la empresa Euroquímica, S.A. lo sigue fabricando y comercializando.
Iba al cementerio a limpiar la tumba de sus familiares fallecidos y allí se encontraba con otras personas que, como ella, llegaban con su cubo, su estropajo, su pastilla de jabón y su ramo de flores y compartían no sólo el recuerdo por los fallecidos sino que comentaban lo que la vida les había deparado desde el último año, porque sólo se veían ese único día. A la vuelta, mi madre nos traía siempre buñuelos y huesos de santo y, para no perder la tradición, ahora mismo, el Forastero va a comprar unos cuantos y saborear los recuerdos de una infancia demasiado lejana.
Y para terminar, una frase del último libro de Eduardo Punset “Excusas para no pensar” que conviene recordar y no sólo en días como el de hoy, donde, reflexionando sobre las preguntas del ser humano sobre la existencia o no de vida después de la muerte asegura que de lo que sí podemos estar seguros es de que:
Hay vida antes de la muerte.
En memoria de José Antonio G. al que tanto echamos de menos DEP
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